INCOMPETENTES, CIEGOS Y SORDOS
Hace 14 meses lo advertimos. Los penales en Nuevo León son una bomba de tiempo. Incluso, siete meses después revelamos con lujo de detalles la disputa interna en el Penal de Apodaca entre Los Zetas y El Golfo. Se designó a un nuevo director, pero traía consigo un expediente de corrupción que fue ignorado por el gobernador Rodrigo Medina. ¿Y las pruebas de confianza? ¿Y la explosiva sobrepoblación de las cárceles con reos federales que el gobierno de Felipe Calderón captura pero no sabe a dónde enviarlos?