4/12/12

Aparecen grupos anarquistas que atacan sedes del PRI en Coahuila, Sonora y Morelos. Detectan a una docena de células que operan vandalismo anti-Peña al estilo DF y Guadalajara




Prende subversión.

 


Entre las facciones anarquistas se encuentran Bloque Negro, Cruz Negra y la Coordinadora Estudiantil Anarquista y el Ejército Magonista de Liberación Nacional
Al amanecer del domingo las pintas y rastros que dejaron la explosión en los edificios,  habían sido borrados por personal de limpieza
La movilización urbana se desconcentró de la capital de la República y en los primero días del regreso del PRI, surgieron episodios radicales en Sonora, Morelos y Coahuila. 
Mientras el gobierno federal evalúa la situación que iniciara el sábado pasado, se activó el “estado de alerta” en las instancias de seguridad. El flujo de información en las redes sociales no ha cesado. 
Diversos grupos demandan la liberación de personas detenidas el día de la toma de posesión del presidente Enrique Peña Nieto. Algunos se han deslindado de las acciones más violentas y otros continúan convocando a eventos en contra del gobierno.
De acuerdo a fuentes del gobierno federal, se ha detectado al menos una docena de células que operan independientes y han buscado el acercamiento con los grandes grupos guerrilleros del país.
Entre ellas se encuentran facciones anarquistas como Bloque Negro, Cruz Negra y la Coordinadora Estudiantil Anarquista y el Ejército Magonista de Liberación Nacional. 
También algunos grupos de resistencia local que manifiestan ser parte de Frente Popular Revolucionario y el Frente de Masas del Ejército Popular Revolucionario que opera en Guerrero, Oaxaca y Michoacán.
Y aunque todavía no se ha logrado registrar un área de acción, movilización, y uso de la fuerza que indique que las operaciones de los grupos manifestantes puedan dar lugar a una insurgencia urbana en plenitud, las hostilidades no han cesado.
En Saltillo, Coahuila, el grupo autodenominado Frente de Resistencia Urbana de Saltillo, publicó un comunicado en el que se adjudicaban los atentados con bombas molotov y petardos en contra de las instalaciones del Poder Legislativo del Estado.
“El frente Águila y Serpiente, al mando del capitán Fuser, detonó dos bombas molotov en las instalaciones del Congreso por haber sido los encargados de legalizar un crimen como la deuda contraída por el exgobernador Humberto Moreira. Dejando un mensaje con nuestra mayor aspiración. PODER POPULAR”, decía el escrito. 
 “El Frente Muerte al PRI a cargo del Capitán Hollow saboteó las instalaciones del Partido Revolucionario Institucional dejando el mensaje de que Enrique Peña Nieto no es nuestro presidente, no lo reconocemos por ser una persona impuesta por un grupo en el poder, por haber utilizado la manipulación para ganar el voto”, señaló el comunicado.
Sonora
En San Luis Rio Colorado, Sonora, un grupo de anarquistas arrojó bombas molotov a la sede del PRI en ese municipio, causando un incendio que destruyó las instalaciones.
En el edificio se localizó una manta y carteles que decían: “en contra del regreso del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al poder en México”.
Los escritos estaban firmados por el autoproclamado “Movimiento Anarquista Revolucionario Sanluisino (MARS)”, mismo que publicó mensajes y fotos sobre el hecho en las redes sociales.
“Hoy en la madrugada atacamos las instalaciones del Comité Municipal del PRI. Empezamos nuestra lucha para que empiece nuestra libertad”, señaló un comunicado en redes sociales. 
Horas antes anunciaron que serían los responsables de cualquier “actividad y acto de protesta” que se llevara a cabo en la ciudad.
De acuerdo con distintos medios locales, en el sitio se encontró propaganda del grupo y manifiestos de protesta contra el nuevo presidente.
Por la noche el PRI repudió los ataques a sus oficinas en Sonora y rechazó “cualquier tipo de provocaciones y demanda al esclarecimiento de los hechos, porque nadie puede estar fuera de la ley”.
Estas acciones se suman a la campaña de las organizaciones que estuvieron detrás de los desmanes del sábado pasado en las inmediaciones de San Lázaro y Palacio Nacional. 
De acuerdo con fuentes extraoficiales del gobierno federal, el intercambio de información con la Secretaria de Seguridad Publica capitalina ha sido eficiente para identificar a las células que protagonizaron mayor violencia el sábado pasado.
Se sabe que un contingente de camiones proveniente de Oaxaca arribó al Distrito Federal la madrugada del primero de diciembre.
La información que ha sido desplegada para la valoración de la situación, tanto en las dependencias federales como las del Distrito Federal, dan indicios a que fueron grupos adherentes al Ejército Popular Revolucionario (EPR) como el Frente Popular Revolucionario, al Partido Popular Democrático Revolucionario, y grupos alineados con las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP), entre otros, fueron los que participaron en los episodios de agitación más violentos. 
Ante las criticas que han realizado diversos medios al sugerir que el Estado Mayor Presidencial, la Secretaria de Seguridad Pública Federal y la Secretaria de Seguridad Pública del Distrito Federal pudieron haber previsto el escenario de violencia, se suman las voces del gobierno de Marcelo Ebrard que aseguran que desde el momento en que se realizaron las juntas interinstitucionales, para planear la seguridad tanto de la toma de posesión como la de los manifestantes, se evaluó lo que seria una amenaza “latente” de que grupo radicales instigaran a la violencia y vandalismo.
El monitoreo de redes sociales y blogs electrónicos detectaron más de media docena de convocatorias. Algunas esperadas, otras no. 
El espectro de manifestantes que convocaron desde el Movimiento YoSoy132 hasta grupos más radicales y con nexos guerrilleros, como el Frente Popular Revolucionario.
La evaluación también sugiere que facciones de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, así como un grupo de individuos perteneciente a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, se desplegaron en distintos puntos de la Ciudad México y participaron en la refriega.
Y es que el contexto sociopolítico en Oaxaca se encuentra convulso. El jaloneo entre facciones magisteriales, sindicatos, grupos políticos, organizaciones campesinas y el gobierno, es tan solo el preámbulo de una disputa política que tiene como fin las elecciones locales del próximo año.
Una vez más los maestros y los grupos de influencia se hacen de tácticas políticas y mediáticas para acaparar los reflectores y tener mayor palanca con que negociar.
Por otra parte, a días de haber iniciado un nuevo mandato presidencial, las fuerzas políticas, económicas y sociales cobran fuerza y tensan el espectro sociopolítico.
En la medida en que se asienta el nuevo gobierno, los diversos factores y actores de interés emiten y remiten sus ofertas y demandas. 
Muchos de ellos siempre estuvieron en la mente del grupo político del gobierno federal, no obstante hay otros que siempre fueron contemplados. 
Un sinnúmero de factores de presión política ya se han colocado en la ecuación del inicio de un nuevo sexenio electoral como normalmente suele suceder: jóvenes, empresarios, intelectuales, sindicatos etc.  
Sin embargo, en la naturaleza de nuestra historia revolucionaria y del sistema político nacional, han surgido movimientos sociales armados con una agenda  sociopolítica. 
Estos grupos, ejércitos, fuerzas, frentes y comandos, tienen diferentes definiciones. En el sector militar se les denomina grupos subversivos. En el naval, guerrilla, y los expertos en seguridad nacional los define como insurgentes.
Hoy en México, se la da poco seguimiento y existe poca información pública acerca de  los más de  20 grupos insurgentes que perduran en el país. 
La mayoría de estos movimientos se encuentran localizados en la región suroeste del territorio nacional, específicamente en Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Morelos. 
Sin embargo  es sabido que existen otros movimientos en la región  en donde convergen las cuatro huastecas: Veracruz, San Luis, Hidalgo y Tamaulipas.
Son a estos grupos, y las nuevas formas de manifestación política,  a las que se han sumado diversas células urbanas. También y de manera más contundente se suma la aparición de un nuevo grupo armado insurgente.
El Ejército Popular Magonista de Liberación Nacional (EPM-LN) emitió un comunicado para presentarse ante el público el pasado primero de diciembre. 
Surgidos desde la clandestinidad, este grupo anunció su existencia y su propósito de rebelión en lo que sería el “Comunicado Revolucionario número Uno”.
En este comunicado el grupo insurgente propone “profundizar la resistencia popular en todo el territorio nacional”, así como “pasar a la ofensiva de acuerdo a nuestras fuerzas político y militares”.
También han manifestado que perseguirán al presidente Peña Nieto en todos sus eventos, apoyar a la formación de policías comunitarias y gobiernos autónomos. Y que aprenderán las lecciones que dejó el actuar de otros grupos insurgentes para no caer en los mismos errores.
Aunque este grupo no ha emitido ningún comunicado para adjudicarse o confirmar su participación en las manifestaciones violentas del sábado pasado, las autoridades no descartan que el EPM-LN haya participado en las revueltas.
Conforme las hostilidades continúan, el gobierno federal no ha marcado ninguna pauta a pesar de la cobertura que han tenido estos hechos.
La valoración del presidente Enrique Peña Nieto y su equipo de seguridad aun es tenue.
El grado de violencia, aunque sorprendió, no ha dado un giro hacia la brutalidad. Es decir, hasta el momento las acciones en protesta  se han quedado en el vandalismo y robo. 
Esto a pesar del incendio que provoco el grupo anarquista en Sonora, que para algunos fue un paso hacia el terrorismo político.
Al cierre de esta edición no se han registrado  enfrentamientos entre grupos radicales y autoridades de seguridad pública. 
En el momento en que estos grupos opten por las armas de fuego y la violencia mortal, el recuerdo de 1994 vendrá y solo entonces la insurgencia habrá tomado forma.
El gobierno federal tiene esta disyuntiva, lo sucedido en los tres primeros días de gobierno orillará a que el equipo de seguridad de Los Pinos reformule el concepto de seguridad nacional que aplicará a lo largo de su sexenio.
LOS OBJETIVOS OCULTOS DEL VANDALISMO
En entrevista a Reporte Indigo el especialista en seguridad nacional Alfredo Paredes da su opinión sobre los grupos subversivos
Alfredo Paredes Zamora, especialista en seguridad nacional y CEO de Capitol Consulting & Communication, opina que las implicaciones para la seguridad nacional de las manifestaciones del primero de diciembre, podrían ser las siguientes:
El objetivo de estos grupos de vándalos era fundamentalmente empañar la toma de posesión, llegar a los extremos para argumentar un “regreso del autoritarismo”, “fuerza excesiva” y provocar una reacción aludiendo al “renacimiento del viejo PRI”. Por supuesto, proyectarlo y magnificarlo a través de redes sociales e internacionalmente.
Crear mártires que funcionen como ejemplos de “la fuerza excesiva”, “violaciones a los derechos humanos” y la “brutalidad” por parte del gobierno que serán utilizadas para ganar simpatía social, mayor número de seguidores y buscar la reacción de grupos y organizaciones sociales para que se manifiesten en favor de los derechos de tales “víctimas de la represión”. Generar detonadores de opinión para darle contenido ideológico a la lucha.

Alinear a grupos sociales diversos pero que –en general– comparten un sentido anti-régimen, los cuales pueden incrementar la “tensión social” y aprovechar el momento para revitalizar su posicionamiento. Es decir, alimentar el radicalismo e impulsar una corriente de oportunismo en diversos grupos, organizaciones, movimientos y/o simpatizantes para manifestarse, pronunciarse o posicionarse. Incitar reacciones y eventos similares en otras localidades.
Una estrategia de choque y confrontación que ponga a prueba al nuevo gobierno, que busque “medirlo”, “acotarlo” aprovechando que no asume a plenitud todo el control de la fuerza pública como PGR, PFP, etc.
Incidir –de alguna manera– en el diseño de políticas públicas, nombramientos, estructuras y “limpieza” en materia de seguridad nacional, inteligencia, investigación y combate a la delincuencia. La corrupción y la complicidad de exfuncionarios de gobierno. 
Estos movimientos incluso podrían tener nexos con la delincuencia organizada, grupos políticos y ex funcionarios corruptos dispuestos a hacer frente común.
El balance, hasta ahora, es que se ha generado una reacción social mayoritaria de respaldo al nuevo gobierno en contra de tales manifestaciones. La reacción internacional también fue favorable y las provocaciones –hasta ahora– han sido manejadas adecuadamente.
Sin duda una tarea prioritaria y urgente es la recomposición de los aparatos de seguridad nacional, inteligencia, oficio político, concertación, gobernabilidad, orden, institucionalidad. 
El nuevo presidente debe ser firme. Fueron 12 años perdidos en los que el Estado pasó a ser un simple espectador, una imitación barata, un ente sin estrategia, sin objetivos, sin estabilidad. 
Para garantizar buen gobierno, democracia, seguridad, eficiencia, valores republicanos y resultados es imprescindible recuperar la fortaleza de las instituciones.
Así lo dijo Paredes Zamora en entrevista con Reporte Indigo.
ATACAN EN COAHUILA SEDE DEL PRI Y CONGRESO
Aparece grupo subversivo en Saltillo que incendia edificios y realiza pintas en el centro de la capital del estado
Por Quitzé Fernández
La Procuraduría de Justicia del Estado de Coahuila abrió dos averiguaciones previas después de los ataques con bombas molotov a edificios del PRI estatal y el Congreso del Estado. 
Por lo que ahora investigan al grupo denominado Resistencia Urbana Saltillo en los folios SG3/248/2012/M1 y SG3/249/2012/M1.
La madrugada del sábado, aproximadamente a las 4:30 horas, un grupo atacó con explosivos caseros los edificios, además de realizar pintas subversivas con aerosol en el centro de la ciudad.
Las señales de alerta en el estado no se activaron, pero acudieron autoridades de la Procuraduría a tomar conocimiento de los hechos.
Al amanecer del domingo las pintas y rastros que dejaron la explosión en los edificios,  habían sido borrados por personal de limpieza. 
En un comunicado difundido en el blog revolucionesmx.blogspot.com, supuestos militantes de una agrupación “político-militar” se adjudicaron el hecho.
Ellos explican que son un grupo de jóvenes que durante un periodo corto de tiempo se dividieron en cinco células, y cuya misión es sabotear al PRI, y sus dirigentes.
El ataque del sábado primero de diciembre, explican, fue una primera fase de lucha, las siguientes dependerán de los métodos con que el gobierno intente frenarlos. 
Agregaron que se ponen a las órdenes del Partido Democrático Popular Revolucionario, y apoyan la causa del Ejército Popular Revolucionario.
Detallaron los ataques en la ciudad, explicando que El Frente Águila y Serpiente, al mando del capitán Fuser, activó dos bombas molotov en las instalaciones del Congreso por haber legalizado la mega deuda de Coahuila.
Agregan que el frente Muerte al PRI, cuyo mando es el capitán Hollow, saboteó las instalaciones del PRI, desconociendo a Enrique Peña Nieto como presidente. 
Y el frente Primero de Diciembre, a cargo del capitán Saúl Guevara, detonó dos bombas molotov en las instalaciones del Comité Directivo Estatal del PRI. 
El Frente Milicianos, con el Comandante Mar Hernández, atentó contra las oficinas municipales del partido, y del Frente Juvenil Revolucionario.
Finalmente  Hasta la Victoria Siempre, a cargo del Capitán Roschach, se encargó de las pintas en el centro de la ciudad, aclarando que el grupo, a excepción de su líder, está integrado por mujeres.  
Los investigan 
Después de los ataques, y tras las señales de advertencia en internet, Homero Ramos Gloria, Procurador de Justicia del Estado, declaró que procederán penalmente contra los responsables de pintas y ataques con bombas molotov,  para lo cual ya se iniciaron dos averiguaciones previas.
Detalló que en el Palacio Legislativo de Ramos Arizpe hubo daño en el vitral por posible incendio: “En el lugar se encontraron restos de envases de vidrio y mecha, por lo que se puede establecer que fue el punto donde se estrelló el artefacto. Se presume que se trató de una bomba a base de gasolina”.
En las instalaciones del PRI Ramos Gloria dijo: “Se presentaron daños en el acceso principal y en el costado del edificio ubicado sobre Francisco Coss. Allí se encontraron restos de envases de vidrio tipo caguama, y fuerte olor a gasolina”.
Afirmó que a los involucrados les fincarían procesos penales. 
Mientras que Rubén Moreira Valdez, gobernador del Estado, declaró que los actos son vandálicos. 
“No son atentados, es vandalismo, no hay que llevar las cosas a otros extremos, no tengo otro comentario más. Que las autoridades encuentren a quienes lo hicieron”.