Aunque la PGR dictaminó que Tres Marías fue un montaje de la Policía Federal para asesinar a dos agentes de la CIA y a un marino mexicano, Genaro García Luna terminará el sexenio inmaculado. Es el único secretario civil del gabinete que a pesar de sus escándalos fue protegido presidencial
Martes 13 de noviembre de 2012
Los policías ahora consignados “intentaron privar de la vida a dos funcionarios de la Embajada de Estados Unidos en México”
En el gabinete del presidente Felipe Calderón hay un secretario que ha podido sobrevivir a todo tipo de escándalos y cuestionamientos: Genaro García Luna.
Montajes, conflictos internacionales, testigos a modo, casos magnificados han sido, entre otros, la estampa del secretario de Seguridad Pública federal durante el sexenio.
Pero, a pesar de todo esto, ha permanecido intocable y protegido por el presidente de la República.
Un ejemplo claro es detención de la francesa Florence Cassez, donde, prácticamente, el director de la película solo gritó: “¡Acción!”, cuando los medios habían acudido al llamado y estaban grabando ya las escenas que supuestamente estaban “en vivo”.
Tan irregular fue la detención de la francesa y fuera de protocolo, que primero la Embajada gala, y más tarde el mismísimo presidente francés Nicolás Sarkozy, entraron de lleno en su defensa.
Calderón no quiso entregar a la supuesta secuestradora para que purgara su condena en Francia –algo estipulado en los convenios internacionales-, y mucho menos remover al simulador.
Pero eso no fue suficiente, porque el gobierno federal no aprendió la lección. Aún había más…
Presión de Estados Unidos
En el más reciente de sus escándalos y simulaciones, García Luna envió a su fiel escudero y segundo de a bordo de la SSP federal, Luis Cárdenas Palomino -jefe de la División de Seguridad Regional de la Policía Federal-, el pasado domingo dos de septiembre, a una conferencia de prensa en la que intentaría acaso la última de las simulaciones.
En esta ocasión se trataba de explicar por qué sus agentes habían disparado contra dos empleados de la Embajada de Estados Unidos y un marino, mientras éstos viajaban cerca del poblado de Tres Marías, Morelos, en una camioneta con placas diplomáticas.
Pero el tiempo se encargaría de revelar la verdad. Y en esta ocasión, la información que ponía al descubierto un nuevo teatro del absurdo de García Luna, un montaje hecho por su alfil Cárdenas Palomino, vino de una institución dirigida por alguien que muchas veces jugó a favor suyo: Marisela Morales, nada menos que la procuradora general de la República.
Morales, quien en no pocas ocasiones ha hecho las veces de comparsa de los teatros del consentido del sexenio en materia policiaca, ahora no quiso, o de plano, presionada por los gringos, no pudo taparle el ojo al macho. Finalmente, autoridades norteamericanas han reconocido hasta en llamadas privadas que Marisela es su amiga personal, su colaboradora.
Al menos, así lo dijo en su momento, Carlos Canino, funcionario de la ATF (la oficinas de Alcohol, tabaco y Armas de fuego de los Estados Unidos): “Ella es una aliada del gobierno de Estados Unidos… ella es una amiga personal…”.
Tal vez esa amistad tan personal con las autoridades de EU llevaron a la procuradora a no encubrir a García Luna. Al menos, no por ahora.
García Luna o el arte de simular
¿Qué fue lo que hizo Marisela? Primero, el pasado viernes nueve de noviembre, emitió un comunicado de prensa, en el que informa que el Ministerio Público de la Federación adscrito a la Subprocuraduría de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo, obtuvo una orden de aprehensión contra 14 elementos de la PF que estaban adscritos a la Estación Tlalpan y relacionados con los hechos el 24 de agosto de 2012, en la carretera Federal México-Cuernavaca, cerca de Huitzilac, Morelos.
Estos 14 policías estaban bajo arraigo en el conocido centro de la colonia Doctores del DF, mientras se procedía con las averiguaciones en torno su probable responsabilidad por los probables delitos de homicidio calificado en grado de tentativa y daño en propiedad ajena.
Los hechos ya son por todos conocidos. Los policías ahora consignados –dice a la letra la PGR “intentaron privar de la vida a dos funcionarios de la Embajada de Estados Unidos en México y a un elemento de la Secretaría de Marina Armada de México”, que viajaban en una camioneta Toyota, tipo Land Cruiser, color negra.
Solo el blindaje del vehículo pudo impedir que quienes viajaban en él fueran asesinados, porque fueron disparados “152 impactos de arma de fuego”, reconoce aquí la procuradora.
Pero eso no es todo. La parte más inquietante de este revelador comunicado es cuando apunta que los policías consignados, “quienes durante los hechos se transportaban en vehículos particulares de su propiedad, e iban vestidos de civil”, al ser presentados ante el agente del Ministerio Público de la Federación “lo hicieron uniformados”, y a bordo de las patrullas que tenían bajo su resguardo, “alentando así el ocultamiento de los vehículos que tenían y simulando una circunstancia que resulto ser falsa”.
Simulando una circunstancia que resultó ser falsa… ¿Dónde hemos visto algo parecido antes? Aquí conste que lo dice la propia Marisela Morales, jefa de la PGR. Luego el documento expone quiénes más han sido detenidos y consignados. Entre éstas está un “empleado administrativo adscrito a la Estación Tlalpan”, quien portó un arma sin tener el permiso correspondiente.
También –y éste es un caso que sirve de ejemplo perfecto- un policía federal, por el probable delito de “Falsedad en Declaración ante Autoridad Distinta de la Judicial”. Fue presentada a declarar, bajo protesta de decir verdad, y negó en diversas ocasiones su participación en los hechos, pero al final se demostró que sí participó.
Las declaraciones de Cárdenas Palomino, entonces, ¿no son falsedades también? Lo son. Al menos eso asegura la PGR. ¿Y no debería proceder en consecuencia?
Asimismo la PGR consignó a cinco elementos más de la PF por su “probable responsabilidad en la comisión del delito de encubrimiento”, cuando permitieron que los responsables, los que dispararon, se fueran, se dieran a la fuga, se escondieran. ¿Y acaso no quiso esconder la responsabilidad de esos mismos 14 policías ahora consignador por haber disparado a matar el prosélito de García Luna, el policía Cárdenas Palomino?
En la investigación la PGR reconoció contar con la colaboración de la Embajada de los Estados Unidos de América, la que, con toda seguridad, presionó para que ahora sí hubiera resultados. La Embajada del vecino del norte pesó más que en su momento la de Francia en el caso de Florence Cassez.
Ni investigación, ni retén, ni nada
Recordemos que el domingo dos de septiembre, Cárdenas Palomino ofreció lo que quiso presentar como una excusa coherente de la actuación de sus “muchachos”, quienes a todas luces y desde toda óptica habían saltado todos los protocolos de seguridad al disparar copiosamente contra esos tres ciudadanos.
Lo primero que argumentó es que sus policías estaban asignados en Tres Marías para investigar un secuestro ocurrido apenas horas antes del incidente.
Se refería al presunto secuestro express del jefe de protocolos del Museo de antropología e Historia, salvador Vidal Flores, que habría tenido lugar el 23 de agosto en la misma zona.
Entonces supuestamente, la Policía federal estaba “investigando” ese plagio. Luego, siguiendo con su montaje, con su fraude a las órdenes del Simulador del sexenio de Calderón, dijo Cárdenas Palomino:
“Tenemos acreditado es que lo que hacían los elementos exactamente en Tres Marías era una investigación de secuestro que se había perpetrado horas antes a que los muchachos estuvieran ahí a las 8 de la mañana”.
Lo que no explicó este funcionario de la Policía es que sus palabras encubridoras tendrían consecuencias: uno de los abogados defensores de los policías, Enrique Mondragón, lo citará a rendir cuentas ante un juez y basará en su versión de los hechos la defensa.
Cárdenas Palomino ¿a juicio?
El abogado defensor intentará apoyarse en los dichos de Cárdenas Palomino, quien argumentara que los policías estaban cumpliendo con su trabajo y que la balacera se debió a que supuestamente confundieron la camioneta de los norteamericanos con la de unos secuestradores.
A la luz de todo lo que hemos vivido en este sexenio, apoyarse en las palabras de los funcionarios de la PF puede no ser una buena estrategia de los letrados defensores.
También tendrían que contradecir a la propia embajada de EU, que aseguró que los hechos se habían tratado de “una emboscada”. Ojo, no de un operativo, ni de una persecución antisecuestro, ni de una confusión. Sino de una emboscada.
Mondragón declaró a los medios de comunicación que buscaría igualmente un careo entre los agredidos y sus clientes policías. Lo cual no luce como algo real, a la luz de que tales americanos habrían ya salido del país hace mucho tiempo, solo unos días más tarde de los hechos, apenas se recuperaron de las heridas leves que tenían.
Operación “Filtración”
Días después del intento de homicidio, el día 27 de agosto, fue puesta en marcha una operación mediática favorable a la SSP federal, de lo que dio cuenta Reporte Índigo.
Según esta serie de versiones favorables siempre a la SSP, esta dependencia había instalado un retén en la zona referida de Morelos, de forma justificada debido al supuesto secuestro express al funcionario del INAH, a quien le habrían robado una camioneta, dinero y tarjetas de crédito cerca de Huitzilac.
Según expertos en seguridad consultados en su momento por este medio esta “narrativa” filtrada a la opinión pública no fue más que uno más de los guiones de Genaro García Luna, quien intentó “vender” a la opinión pública la versión de que sus policías actuaron conforme a la ley.
Otro punto en esta última simulación, en este montaje final, es que la PGR asumió como parte de la falsedad el que los policías se hayan ido a uniformar luego de haber disparado.
Así que tal artimaña tampoco les funcionó a quienes la ordenaron desde los primeros mandos de la SSP.
Cabe recordar que en el primer comunicado -emitido en conjunto por la SSP y la SEMAR el día de los hechos, el 24 de agosto-, se asegura que los federales fueron autores de la balacera.
Se le cae 'el teatro'
Una característica de los montajes de García Luna –para su poca fortuna- es que nunca logran convencer a nadie más que a él y su equipo.
Días después del atentado contra la vida de los americanos y el marino, Raúl Plascencia, presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), declaró a Reporte Indigo que el ataque de los policías federales contra los funcionarios estadounidenses se había tratado de un evento “orquestado”, y no de una confusión.
El Ombudsman también dijo esa vez que no existía ninguna justificación para el “uso excesivo de la fuerza”, y consideró que se trataba de “una acción más, indebidamente ejecutada por servidores públicos que en lugar de estar cumpliendo con el respeto a la ley están llevando a cabo otro tipo de acciones”.
Señaló que los hechos ocurridos en Tres Marías eran “sumamente graves”.
Defensor de su empleado favorito
El presidente Calderón ha incluso actuado como empleado de García Luna. Nadie sabe qué cosas podría saberle el policía al mandatario como para que éste tenga a bien tener que salir a dar explicaciones para encubrir la ineficiencia e incapacidad del “ingeniero”.
Esto pasó justamente el 28 de agosto, cuando Calderón, reunido con el embajador Anthony Wayne, pidió disculpas por lo ocurrido en Tres Marías y aseguró que se investigaría a fondo.
“Porque no podemos permitir que pasen esos hechos, sea por negligencia, sea por falta de capacitación, sea por falta de confiabilidad, sea por complicidad, no pueden permitirse esos hechos y se están investigando absolutamente y con todo rigor”, le dijo Calderón a Wayne en el foro “Sumemos causas, Ciudadanos+Policías”, organizado por María Elena Morera.
Algunos de los asistentes recuerdan hoy el sentimiento de vergüenza de que el presidente fuera quien tuviera que dar la cara antes esos hechos criminales en contra de personal de EU, y no el propio García Luna.
Porque el policía simplemente no fue al evento. Estaban presentes el secretario de Gobernación Alejandro Poiré y la procuradora Marisela Morales. Pero el secretario de Seguridad Pública dejó a su jefe la responsabilidad de explicar los 150 balazos a matar que recetaron sus elementos, a los americanos y el marino.
Y así es como finaliza la administración Calderón y con ella las simulaciones de García Luna. Se escuchan voces de la sociedad civil organizada de emprender juicios contra sus fallidas acciones policiacas. Y esos juicios no serán, acaso, solo simulaciones.
CASO RUBÉN OMAR ROMANO: Al estilo Hollywood
Genaro García Luna debutó como director de escena en Septiembre de 2005.
Acaparó los reflectores mediáticos con un operativo televisado en el cual agentes del Agencia Federal de Investigaciones, rescataron al entonces director técnico del club de futbol Cruz Azul, Rubén Omar Romano, quien había permanecido secuestrado por más de dos meses.
Sin embargo, “coincidentemente” el operativo se llevó acabo días después de que el entonces secretario de Seguridad Pública Federal, Ramón Martín Huerta, perdiera la vida al desplomarse el helicóptero en donde viajaba.
Para entonces, el gobierno de Vicente Fox estaba bajo escrutinio público dado el clima de inseguridad que rápidamente se deterioraba.
CASO “LA BARBIE”: Operativo que dio risa
Un día antes del cuarto informe de Gobierno de Felipe Calderón, la Policía Federal anunciaba que en seguimiento a las labores de inteligencia, elementos de la dependencia habrían llevado a cabo un operativo en el que había sido ubicado y detenido Edgar Valdez Villarreal alias “La Barbie”.
Poco tiempo después circularon diversas versiones que sugerían que el ex integrante de la organización delictiva de los Beltrán Leyva, en realidad se había entregado por cuenta propia.
Inclusive se dijo que su detención se habría dado por coincidencia, pues el vehículo en el que viajaba había sido detenido por una infracción de tránsito.
Al final del cuento, la presunta detención quedó marcada por la sonrisa burlona que el capo mostró al ser presentado ante los medios de comunicación.
CASO FLORES PEREIRA: El vuelo 576
En septiembre de 2009, la SSP informó sobre el “secuestro” del vuelo 576 de Aeroméxico.
El vocero de la dependencia, Facundo Rosas, señaló que luego de un magno operativo, un equipo de operaciones especiales de la SSP habría logrado rescatar a los rehenes y detener a José Mar Flores Pereira, quien junto con sus cómplices había aterrorizado y amenazado a la tripulación.
Para muchos la realidad fue que el gobierno federal quiso quedar bien con los vecinos del norte, haciéndoles ver que los agentes del orden mexicanos era capaces de frustrar ataques terroristas. Pues de por medio se encontraban mas recursos provenientes de la Iniciativa Mérida.
Sin embargo el presunto secuestrador y terrorista resultó ser un pastor que buscaba llamar la atención de Calderón y finalmente quedó libre.
CASO FLORENCE CASSEZ: La cinta que lo volvió celebridad
En diciembre de 2005, García Luna orquestó el montaje que mayor publicidad le ha traído.
Como director de la Agencia Federal de Investigaciones, el hoy secretario consentido escenificó un operativo antisecuestro que fue transmitido en vivo por Televisa y TV Azteca.
En dicho montaje agentes de la AFI simularon el rescate de tres personas secuestradas en el rancho “Las Chinitas” en Morelos.
Ahí presentaron como detenidos a Israel Vallarta, presunto líder de la banda “Los Zodiaco” y a su pareja sentimental, la ciudadana francesa Florence Cassez.
El 25 de febrero de 2006 la simulación –ordenada por Genaro García Luna y dirigida por su lugarteniente Luis Cárdenas Palomino– fue puesta al descubierto en el programa “Punto de Partida”, de Denisse Maerker.
La propia Florence Cassez desmintió y exhibió la simulación. Ante las evidencias, García Luna no tuvo más remedio que confesar que el rescate de los rehenes era en realidad una puesta en escena.
El presidente Vicente Fox removió del cargo al director del AFI. Sin embargo, Felipe Calderón designó a García Luna como secretario de Seguridad Pública Federal el 1 de diciembre de 2006.
CASO FERNANDO MARTÍN: El obscuro círculo cercano
La opinión pública se cimbró cuando se dio a conocer la noticia del secuestro y asesinato del joven Fernando Martí en los primeros días de agosto de 2008. La ola de secuestros azotaba y aterrorizaba.
Poco tiempo después, la procuraduría del Distrito Federal, que dirigía en ese entonces Miguel Ángel Mancera, dio a conocer la captura de los presuntos secuestradores del joven de 16 años.
Entre los detenidos se encontraba Lorena González Hernández “La Comandante Lore”, quien presuntamente había participado en el retén donde fue secuestrado el joven Martí.
Ante el rumor de que González Hernández formaba parte de la Policía Federal Preventiva, el subsecretario de Seguridad Pública, Facundo Rosas, salió a desmentir dicha versión.
El vocero de la SSP aseguró que Lorena González “apenas realizaba sus trámites de ingreso” a la PFP.
Una investigación publicada por Reporte Indigo el 10 de septiembre de ese mismo año, revelaba que en realidad “La comandante Lore” había ingresado a la dependencia desde octubre de 2007.
CASO TERMINAL 2: Buenos contra malos
El 25 de junio de este año, tres policías federales antinarcóticos murieron luego de enfrentarse a balazos con otros dos policías federales en la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Los policías ejecutados realizaban un operativo antinarcóticos. Al tratar de ubicar y detener a un sospechoso fueron baleados por integrantes de su misma dependencia.
El operativo pretendía desmantelar una red de tráfico de drogas que imperaba en esa terminal.
CASO TRES MARÍAS: Contra la CIA
El pasado 24 de agosto, 14 Policías Federales atentaron a balazos contra un vehículo con placas diplomáticas, de la Embajada de Estados Unidos, en la que viajaban dos presuntos agentes de la CIA y un capitán de la Marina.
Durante las investigaciones hubo más preguntas que respuestas. El Departamento de Estado emitió un comunicado en el que señaló que policías federales habían accionado sus armas en contra del personal diplomático.
La Policía Federal desmintió esta versión, asegurando que su personal investigaba un caso de secuestro cuando se encontraron con el vehículo y que luego de una persecución los agentes habían disparado.
Es decir, la Policía Federal sostuvo que todo se trató de una equivocación.
Sin embargo, el viernes pasado los 14 elementos fueron consignados y señalados como culpables por intento de homicidio y daños a propiedad ajena.
Articulo: Reporte Indigo Media.