Pues bien, está muy avanzada la investigación sobre muertes sospechosas, maltrato, hijos por todas partes y otras acciones malvadas de los políticos del Grupo Atlacomulco.
Jueves 04 de Septiembre del 2012.
Entre la amañada cifra oficial de más de 100 mil homicidios (sabremos la verdad cuando Calderón y García Luna huyan a sus escondites) se han registraron asesinatos de legisladores: un panista en Nuevo León y otro a punto de tomar posesión, Eduardo Castro Luque, en Sonora, cuyos sicarios parecen tener nexos con los pasillos del poder; y en el Estado de México, Jorge Serrano Cedillo, a quien el desgobernador Eruviel Ávila tenía como favorito para la sucesión o interino si Peña lo mandaba traer.
El país es una carnicería con fosas comunes, donde los criminales han impuesto su “ley” de “matar por matar”, ejecutar venganzas y enfrentarse a las fuerzas del orden. Sin duda la “estrategia” de Calderón y sus generales ha sido fallida, pues vivimos en la angustia como una nación rendida y tratando de sobrevivir conforme a la naturaleza humana del egoísmo a través del “¡sálvese el que pueda!”
Se les apodaron carranclanes a los seguidores de Venustiano Carranza que abusaban, robaban, y que iniciaron el machismo político. Uno de ellos fue Isidro Fabela, quien durante su interinato (1942-1945) fundó el Grupo Atlacomulco. Todos los que a partir de entonces se heredaron la gubernatura salieron de esa mafia política, salvo Eruviel Ávila. Éste amenazó con ser candidato del Partido Acción Nacional e incluso del Partido de la Revolución Democrática si no lo designaban sucesor; y deshaciéndose del tercer Alfredo del Mazo, Peña le cumplió (tal vez para la segunda ronda de nombramientos dé un cargo a Eruviel, y de esa manera logre subir al trono mexiquense a Del Mazo, como era la apuesta inicial).
Pues bien, está muy avanzada la investigación sobre muertes sospechosas, maltrato, hijos por todas partes y otras acciones malvadas de los políticos del Grupo Atlacomulco. Y es que una de sus características es el machismo autoritario con el que hacen política. Peña es el segundo de ese grupo que se apodera de la Presidencia. El primero fue Adolfo López Mateos, sobre quien se dudó si había nacido en Guatemala (hace poco la investigadora Soledad Loaeza, en un ensayo que publicó en la revista Nexos, aclaró que había nacido en Atizapán de Zaragoza, Estado de México) y a quien Adolfo Ruiz Cortines hizo presidente.
El Grupo Atlacomulco, del que Peña es jefe, tiene en sus “genes” políticos la agresividad contra las mujeres de su entorno con la clásica veneración a la madre. Maltratada diariamente, la esposa del asesinado diputado por Ciudad Nezahualcóyotl, parece que actuó en legítima defensa (tal ha de ser el argumento de su abogado) contra ese machismo, que en lugar de darle salida con el divorcio, mantienen la apariencia de una excelente familia y una buena relación con su esposa mientras presumen a sus amantes. Será interesante la investigación de homicidios de mujeres de ese grupo, las cuales murieron sospechosamente. Lo más grave es que esos enfermos han llegado al poder político y administrativo, así han podido encubrir los feminicidios y manejar la política con ese criminal machismo autoritario.