El General Brigadier Juan Manuel Barragán Espinosa pidió a los líderes del cártel de Sinaloa dos relojes de oro y diez millones de dólares a cambio de reuniones privadas con los más altos mandos del gabinete de Seguridad Pública.
Viernes 21 de Septiembre del 2012.
De acuerdo con investigaciones militares y de la PGR a que el diario tuvo acceso, el Ejército recibió una denuncia anónima el 3 de noviembre de 2011 en la que se advertía que Barragán se reunía con criminales en sus oficinas de Lomas de Sotelo, amén de llevar una vida de lujos.
“Según las investigaciones del Ejército y la PGR, en diciembre “El Chapo” Guzmán envió hasta el escritorio del general Barragán a sus representantes Humberto y Óscar Murguía Guerrero, para pedirle que les ayudara a conseguir una cita con el secretario Guillermo Galván.
“La gente del capo le pidió que la reunión con el secretario se hiciera fuera de su oficina, porque en ella seguramente había micrófonos.
“El mensaje que los Murguía llevaban de parte de Guzmán era muy preciso: quería pactar un arreglo con el Ejército que implicara el cese de los operativos militares en el noroeste del país contra el Cártel de Sinaloa y la persecución en lo particular del líder de la organización, según la indagatoria PGR/SIEDO/UEITA/004/2012”, refiere el diario.
La oferta para el general Galván era protección al cártel de Sinaloa a cambio de 140 millones de dólares.