Los panistas ya no siguen al que fuera su líder, lo culpan de la
derrota electoral. Divididos, buscan refundar un partido que es
nuevamente oposición, pero ahora como tercera fuerza
política.
Entérate de lo que opinan destacados militantes albiazules
Viernes 10 de agosto de 2012.
El PAN vive hoy una guerra intestina. Es intensa. Nunca había tenido lugar un fenómeno similar. Y se da entre sus principales facciones: calderonistas, maderistas, los ultras, los liberales y el militante de base, tan olvidado.
Pero muchos le extienden la factura por todos los platos rotos a un líder en especial. La historia podría llamarse “Todos contra Felipe Calderón”.
Es innegable que existe un gran resentimiento contra el presidente. Pocos lo expresan frontalmente, salvo algunos valientes que defienden su total libertad de expresión.
"A mí me parece que al presidente se le pasó la mano en el PAN… su injerencia, su intromisión”
Virtual senador panista
"Consideramos que el presidente Calderón fue un gran presidente, estamos decididos a defender sus logros”
Virtual senador del PAN
Pero son demasiados los que repudian en voz baja la actuación de quien manda en Los Pinos.
La reprobación proviene tanto de influyentes corrientes internas, como del militante de a pie.
El origen de las críticas al primer mandatario es doble. Por un lado, hay encono porque metió reiteradamente la mano, y hasta el fondo, en el PAN. Aseguran que abusó de su poder para manipular al partido.
Con una mano impuso a los consejeros y a los candidatos de su preferencia. Y con la otra obligó a declinar a aspirantes a toda clase de cargos de elección popular. Además, persiguió a quienes osaron criticarlo. Vivieron en carne propia ésta no tan santa inquisición Manuel Espino y Manuel J. Clouthier.
Y por otro lado, se alega que dejó morir sola a Josefina Vázquez Mota. La abandonó pudiendo ayudarla, dicen algunos panistas que trabajaron en la casa de campaña. Y todo porque no logró imponer a Ernesto Cordero Arroyo, su candidato favorito. Finalmente, el ex secretario de Hacienda no pudo ser el orgullo del continuismo de Felipe Calderón.
'Calderón nos dañó'
Los miembros de los grupos no calderonistas coinciden en que el presidente le hizo daño al partido porque aprovechó su poder para intervenir en los procesos internos del instituto político.
Y ahora ven con malos ojos que en la encerrona de Jurica, haya reclamado al PAN por situaciones que él mismo propició y de las que es responsable.
Calderón no tiene calidad moral para criticar a los panistas, dijo Javier Corral.
Rubén Camarillo adelantó que no aceptaría consideraciones de nadie que no fuera el presidente Gustavo Madero en el debate sobre las coordinaciones parlamentarias.
El aguerrido Juan José Rodríguez Prats admitió que el presidente Calderón ha dañado gravemente al PAN. Y Adriana González Carrillo rechaza la noción calderonista de refundar el partido.
Los militantes libres, los que no pertenecen a ningún grupo dentro del blanquiazul, harán una manifestación afuera de la sede nacional del partido este sábado, en la antesala de la sesión del Consejo. Exigirán ser tomados en cuenta por las cúpulas, a las que califican como autistas, ensimismadas y enamoradas del poder.
Un incipiente movimiento nacional encabezado por Rafael Guarneros alzará la voz para proponer reformas urgentes. Panistas de varias entidades llegarán a presionar a los alejados dioses del Olimpo.
Pero los calderonistas tienen su propia visión de lo que sucede en su partido. Defienden al presidente Calderón y su derecho grupal a participar, a asociarse como cualquier otra expresión al interior del PAN, porque es parte de la normalidad democrática.
Luisa María “Cocoa” Calderón, hermana del primer mandatario, Ernesto Cordero, Javier Lozano y Gabriela Cuevas coinciden en que han sido alcanzados grandes logros durante este sexenio bajo la capitanía del presidente. Afirman que su liderazgo histórico no tiene por qué desparecer en un día.
Calderonismo fracturado
El calderonismo no solo enfrenta adversidades provenientes de otras corrientes, como los maderistas, los ultras, los liberales o los josefinos. Sino que además debe resolver sus propias bifurcaciones, acaso irreconciliables.
De los 381 consejeros que aparecen en la página oficial del PAN (cifra aproximada, ya que siguen ahí los nombres del fallecido José Francisco Blake Mora y del expulsado Manuel Espino), y que fueron aprobados en la Asamblea Nacional de 2009, cerca de 200 apoyaban al calderonismo.
De esos 200, algunos eran ultras o miembros honorables de antigua cuña.
Tiempo más tarde, el calderonismo se partió en dos: en una esquina quedaron los consejeros cercanos a Paty Flores, Rafael Giménez y Jorge Manzanera –tal vez unos 112–, y en la otra, los cercanos a Ernesto Cordero.
Así las cosas, en la elección interna, unos 50 consejeros siguieron con Cordero; los 112 dieron su respaldo a Roberto Gil y Josefina Vázquez Mota. Y ahora que la ex candidata ha desaparecido del radar político, el calderonismo sigue dividido.
Para algunos, incluso ya no existe el calderonismo. Argumentan que hay diferencias irreconciliables entre calderonistas-corderistas y calderonistas-josefinistas. ¿El motivo? Una mujer. Paty Flores, quien fue expulsada del paraíso de Los Pinos ante las presuntas agresiones de algunos amigos de Felipe Calderón.
En el evento de Jurica, Querétaro, que se desarrolló del 5 al 7 de agosto, los maderistas hicieron un bloque con los ultras y con unos 26 líderes estatales del PAN liderados por un hábil Juan Manuel Oliva. Con ello, el calderonismo –unido o dividido– tuvo que retroceder en sus afanes de hacer una asamblea extraordinaria antes de que el sexenio fenezca.
También tuvo que desistir de su pretensión de controlar las dos cámaras a través de sus aliados. Los panistas afines a Calderón solo encabezarán la bancada del Senado. El elegido es Ernesto Cordero, quien previsiblemente estará bajo lupa y fuego amigo una vez que el presidente ya no pueda cubrir sus espaldas.
Y todavía está por verse si luego de un tiempo no intentan bajarlo los demás bloques para adueñarse de esa importante cartera.
Dadas estas condiciones, Gustavo Madero no puede erigirse aún –junto a los ultras– como el gran ganador de estas guerras floridas. Pero sí parece haber un eventual perdedor: Felipe Calderón.
El político michoacano que cumplirá 50 años el 18 de agosto, el presidente que perdió las elecciones con Josefina y que deberá entregar la banda presidencia al PRI, habría hecho perder mucho al PAN al poner a Germán Martínez al frente de ese instituto político. Y luego a César Nava.
No logró hacer ganar a un duro Miguel Ángel Yunes Linares en Veracruz en 2010. Nada pudo hacer ante el triunfante delfín de Fidel Herrera, Javier Duarte Ochoa, quien ostenta el oscuro récord de gobernar el estado con más periodistas asesinados.
Tampoco pudo conducir a Guillermo Anaya al triunfo en Coahuila.
Se equivocó con su secretario particular Luis Felipe Bravo Mena, quien contendió por la gubernatura del Estado de México. Y también con “Cocoa”, su hermana, que pretendía gobernar Michoacán, su estado natal.
Además, perdió estrepitosamente con Isabel Miranda de Wallace en el Distrito Federal. Y se puede decir que, indirectamente, perdió Jalisco y Morelos, y decenas de curules federales… todo un caos.
Por eso el PAN vive una “rebelión en la granja”. Y el descontento tiene un claro destinatario: el primer panista del país, el presidente Felipe Calderón.
‘No tiene calidad moral para evaluar’
Javier Corral Jurado, virtual senado ralbiazul afirma: “A mí me parece que al presidente se le pasó la mano en el PAN… su injerencia. Su intromisión. En decisiones incluso del orden interno del PAN, y en la misma conformación de los órganos del partido. El Consejo Nacional actual fue conformado por Calderón con la mano de muchos de los operadores de él”.
Agrega que desde la Presidencia de la República se operó esa conformación del Consejo, por eso no hay mucho asidero cuando el presidente empieza a señalar al partido como responsable de su deterioro.
“Al menos digo que no tiene mucha calidad moral para plantear estas cosas cuando él ha sido parte. Ha impuesto dinámicas que hoy laceran al PAN”.
No obstante, Javier Corral afirma que el calderonismo ha tenido que doblar las manos en dos asuntos: uno, forzar la fecha de la Asamblea Nacional para hacerla antes de que termine el año, y dos, ir por una refundación.
Corral opone la militancia al calderonismo. Para él, la participación del panista de base es la más importante, por encima de las corrientes internas, por más dominantes que pretendan ser.
“Creo que son los órganos del partido, la institución, los que deben conducir el proceso y ampliar la consulta lo más posible a la militancia, para que sea ésta la que defina las acciones estratégicas a seguir”, dice.
Pero reconoce que el calderonismo tendrá futuro luego del primero de diciembre porque el presidente tiene un liderazgo histórico, con influencia real en el partido.
“A diferencia de Fox, Calderón tiene un bagaje histórico más importante. Y va a seguir siendo una corriente muy importante. De Calderón no vamos a prescindir”, precisa Corral.
Un despropósito que FCH encabece la reconstrucción
Rubén Camarillo Ortega, virtual diputado federal del PAN afirma: Me parece poco apropiado, por no decir un despropósito, que sea el presidente de la República quien, en esa calidad, quiera encabezar este proceso de reconstrucción.
“El presidente de la República es eso, el presidente. Nosotros no somos el priato. No somos el PAN-gobierno. El PAN, aunque sea gobierno, debe mantener lo que el mismo Felipe Calderón dijo en su momento: ‘No ganemos el gobierno y perdamos el partido’.
“Me parece que quien debe conducir el proceso de reflexión es uno, y se llama Gustavo Madero. Y de ahí, todos pueden participar, incluido el presidente”, precisa Camarillo Ortega.
Le pregunto al aún senador si el calderonismo busca no solo controlar el partido, sino también colocar a los coordinadores en ambas cámaras.
“Yo no voy a aceptar ninguna consideración de nadie que no sea Gustavo Madero para el tema de la coordinación del grupo parlamentario del PAN de diputados, como lo dicen nuestros estatutos”, responde.
Para ser coordinador parlamentario, precisa, no se requiere la bendición de nadie.
Luego del primero de diciembre, el futuro del calderonismo será como el de cualquier otra facción. No se pueden ajustar los tiempos del partido a los de una administración que está por terminar, explica el legislador.
Y remata: la Asamblea Nacional del próximo día 11 no puede ser dirigida por prohombres o sabios, ni por un cónclave que decida qué hacer con el PAN.
Entre fobias y filias
“Desafortunadamente, en el presidente Calderón muchas veces prevalecen las fobias, sus muchas fobias, y sus contadas filias, y yo siento que eso sí perjudica al PAN, y nos ha hecho daño en el PAN”, considera Juan José Rodríguez Prats, quien conoció a Calderón cuando ambos fueron diputados en la LVII Legislatura. El primero por el PRI y el segundo por el PAN.
La intromisión de Felipe Calderón en la vida interna del PAN ha sido un golpe muy fuerte.
“Desde que se hizo el abucheo a Manuel Espino el 2 de junio de 2007, ahí el PAN perdió el rumbo. Y no porque sea Espino, sino porque era el jefe nacional, y se le estaba pegando desde el poder”, reflexiona quien ahora hace trabajo de investigación en la Fundación Rafael Preciado.
¿Cuál fue el pecado de Manuel Espino?, pregunta el tabasqueño.
Y él mismo tiene la respuesta: resistirse a obedecer las órdenes de Calderón. Ésa fue la razón por la que se preparó el golpeteo artificial al presidente del partido.
Para el autor del libro “Soy Panista”, ese acto simboliza una embestida desde el poder contra el PAN, justo lo que el PAN condenó al PRI cuando el tricolor controlaba el gobierno federal.
Pero eso no es todo.
“La imposición de Germán Martínez, de César Nava. La imposición de candidaturas. Todo mundo sabemos, por ejemplo, el caso de Isabel Miranda en el DF”, explica Rodríguez Prats.
Agrega que el presidente Calderón dijo en una comida que no se metería en el proceso interno. Pero no fue así.
“Él baja candidatos, lo cual es una práctica que yo condené en el PRI. Es un atropello a la dignidad que a alguien le diga: ‘Declina, porque lo digo yo, porque no quiero que participes, porque quiero que sea otro’”.
Y esto se dio en Puebla, en Chiapas, en el DF y en la sucesión presidencial.
El PAN es más que los Calderón
Maria Luisa “Cocoa” Calderón, virtual senadora dice:
“No sé si haya calderonismo”, dice la hermana del presidente.
“Los Calderón decimos que somos panistas. Y que tenemos una raíz muy clara de por qué entramos al PAN. El PAN prevalece porque es de donde nosotros mamamos. El país es más que el PAN. Y el PAN es más que los Calderón”.
Agrega que seguramente Felipe Calderón dejará una gran Presidencia. Y quien venga tendrá que hacer un mejor trabajo.
Cuando se toca el tema de la responsabilidad que tuvo el presidente en el fracaso del PAN el primero de julio, afirma que no comparte esa visión.
“Eso es absolutamente falso. El presidente Calderón es un capital político del PAN, y como tal, él está sumado a que tengamos esta reflexión y que hagamos del partido no un botín del que queramos robar. Si seguimos peleando, vamos a cargar un féretro.
“No creo que el presidente quiera quedarse con el partido ni tener el control del partido. Sino que está con toda su generosidad abriéndose a la reflexión, diciendo cuál es su parte de responsabilidad”, dice la ex candidata al gobierno de Michoacán.
“Seré el principal defensor del presidente”
Ernesto Cordero Arroyo, virtual senador, afirma: “La responsabilidad del gobierno es gobernar bien, y transmitir estos logros a los ciudadanos, para que sea un elemento a la hora de votar”.
—¿Tiene futuro el calderonismo después del primero de diciembre? —le pregunto.
—Probablemente se refieren con calderonismo a todos los panistas que tienen simpatía por el presidente Calderón. Y sí, yo creo que somos muchos, y probablemente sea el grupo más amplio del PAN. Consideramos que el presidente Calderón fue un gran presidente, estamos decididos a defender sus logros.
—Siendo que el calderonismo tuvo mucho que ver en la derrota del primero de julio, ¿tiene derecho a poner coordinadores en las cámaras?
—Estás asumiendo algo de lo que no tienes evidencia, ¿no? El decir que el calderonismo es el principal responsable, yo te diría que no. Hubo una campaña, y en esa campaña se tomaron las decisiones, y en esa campaña se cometieron errores. Y hay que asumirlos todos. Y yo me asumo como parte de esa campaña. Es un análisis muy simplista el decir que yo voy a ser coordinador parlamentario porque soy calderonista… Yo me siento muy orgulloso, y soy calderonista. Seré el principal defensor del presidente Calderón. Pero voy a ser coordinador parlamentario si el presidente Madero así lo decide, porque tengo un liderazgo fuerte entre los senadores del PAN. Un apoyo de cerca de 33 de 38.
Los intereses particulares
El calderonismo tiene futuro en tanto tenga futuro el PAN, aclara la virtual diputada Adriana González Carrillo.
“Aquí el barco se llama PAN. El que jale para sus intereses puede hacer que el barco se vaya de lado y se pueda hundir”, advierte.
No considera necesario reinventar ni refundar el partido. Lo importante, dice, es alinear los esfuerzos de los comités distritales y municipales.
González Carrillo agrega que una de las razones de la falta de apoyo a la campaña de Josefina, es que el gabinete del presidente no es de origen panista.
“Eso habla de cierto compromiso, cierta agenda, ciertas relaciones que no se alinearon en esta ocasión”.
Incluso hubo quienes apoyaron a otros partidos.
“En el Estado de México hubo militancia que estuvo con el PRD en algunos municipios. Es el caso de Neza, por ejemplo. Y hubo otros apoyando a candidatos del PRI”, señala González Carrillo.
Sin embargo, considera a Calderón como un activo necesario para el proceso de reflexión del PAN.
Es el principal activo del PAN
“Claro que el gobierno tiene su responsabilidad, y buena parte, pero la tiene también el partido, el equipo de campaña, y la candidata”, dice el ex secretario del Trabajo Javier Lozano Alarcón cuando habla del fracaso del blanquiazul el primero de julio.
Pero afirma que el principal activo que tiene el PAN es el presidente Calderón Hinojosa. Y junto con él, Margarita Zavala.
“No lo digo por su posición de poder, sino por su congruencia. No conozco panistas más auténticos”, aclara.
Si existe un calderonismo, afirma, él es parte de esa corriente. Y con mucho orgullo.
Pueden pensar lo que quieran de FCH
“Cada quien es libre de pensar y evaluar al presidente como quiera. Al final del día, somos un partido plural. Creo que el PAN tiene mucho más futuro del 2012 y del primero de diciembre”, dice la ex jefa de la Delegación Miguel Hidalgo, Gabriela Cuevas Barrón.
Agrega que el PAN no ha acabado de definir su relación con el gobierno.
“Hay quienes dicen que hay que estar más alejados, otros que hay que estar más cerca, pero no lo hemos resuelto”, explica.
“El PAN no es de una sola familia”
Rodrigo Iván Cortés, relaciones exteriores del PAN, comenta: El presidente reconoció que el gobierno ya se acabó. El presidente y el gobierno ya no pueden ser el protagonista, ni el rostro del partido -expone-. El partido es el que debe tener futuro. Va a haber reconfiguraciones luego del 1 de diciembre. Hay que ver qué entendemos por calderonismo. Si nos referimos a una sola familia, pues el partido no es de una familia. Si nos referimos a un grupo, pues sería uno entre muchos otros.
‘Es más profundo el panismo’
Para Carlos Alberto Pérez Cuevas, coordinador de PAN en Cámara de diputados, todas las corrientes tienen futuro en un partido político. Las partes integran un partido –expresa el legislador-.
“Las corrientes, las conformaciones se valen, y a veces se dan en torno a liderazgos destacados. Se ha hablado de lo que en su momento fue el foxismo, lo que antes de ser gobierno fue con Maquío, aunque no se le llamó “maquiísmo”.
Hubo los bárbaros del norte. Y ahora “josefinistas”. Se vale si se actúa conforme a los mismos principios. Pero es más profundo el panismo”.
“Ahorita hay sólo un jefe: Madero”
Para Ernesto Ruffo Appel, virtual senador dice que al partido lo componen individuos y tiene nuestra propia opinión. “Sí habrá muchos que simpaticen con el señor Calderón y ha sido un líder para el PAN. Ahorita hay sólo un jefe, que es Gustavo Madero”.
Para Ruffo, Calderón ha hecho lo mejor que ha podido de acuerdo a su condición y a su personalidad. “Creo en su honestidad, pero la forma he mantenido en un debate, porque yo tengo otra forma de ser, creo en otras cosas que pueden darle rumbo al país”, contrapone.
“Los militantes se han sentido utilizados”
Lucía Pérez, virtual diputada federal, dice: más que refundar tenemos que ir a la doctrina humanista. Hay muchos liderazgos que se han expresado en este proceso de reflexión. No hay que perder de vista que hay muchos militantes que se han sentido utilizados, no tomados en cuenta y que tenemos que escucharlos –señala la ex directora del Instituto Jalisciense de la Mujer.
“El liderazgo del PAN está en la militancia”
Juan Pablo Adame, virtual diputado federal: El liderazgo del PAN está en la militancia –describe el hijo del gobernador de Morelos, ante la pregunta de si el calderonismo debe conducir el proceso de reflexión post electoral-. Esta nueva etapa lo que debe prevalecer es escuchar a la militancia. Todos los panistas debemos regresar a la calle y dejar el escritorio.