Las pruebas del 'compló'
Lo que está sucediendo en 2011 tiene enormes similitudes con “el peligro para México” que se fabricó en 2005, cuando el entonces presidente Vicente Fox villanizó a AMLO y armó el desafuero fallido contra el perredista. Hoy Reporte Indigo pone sobre la mesa los cables inéditos de WikiLeaks que demuestran que el llamado “compló” contra el candidato del PRD sí existió. Y también revelan que por la Embajada de EU en México desfilaron lo mismo un consejero del IFE, un vicegobernador del Banco de México y hasta el líder moral del PRD para cabildear contra AMLO.
Hay un nuevo “peligro para México”, y se llama PRI.
Al precio que sea, el presidente Felipe Calderón está empecinado, obsesionado, con impedir el regreso del tricolor a Los Pinos. Y trasgrede las fronteras entre el jefe de Estado y el jefe de su partido denostando a sus opositores.
El hecho se puso de manifiesto en la última entrevista que el mandatario concedió al diario estadounidense The New York Times, en la que villaniza al partido que gobernó México durante más de 70 años.
Con inferencias y medias verdades en sus respuestas, ocultando crudas realidades de su propio partido, Calderón señala que dentro del PRI existen voces que claman por hacer un pacto con el crimen organizado.
Dice que los tricolores ven en esos acuerdos la única salida para frenar la ola de violencia desatada a partir de diciembre de 2006, cuando su recién estrenada administración declaró la guerra a los cárteles de la droga que operan en México.
Pero la reacción de los priistas fue inmediata y contundente. Y obligó a que distintos personajes del círculo íntimo calderonista salieran a acotar los alcances del daño político de las temerarias declaraciones.
Lo único que pudo justificar el presidente Calderón fue que su dicho se fincaba en una conferencia que dio en 2010 el ex gobernador de Nuevo León Sócrates Rizzo García, en la que presuntamente aceptaba que los priistas operaban con tranquilidad porque tenían acuerdos tácitos de no intromisión con el crimen organizado.
Nada recordó el inquilino de Los Pinos sobre las reiteradas propuestas de su antecesor, el panista Vicente Fox, para propiciar un pacto e incluso una amnistía para los cárteles a fin de detener la ola de violencia que oficialmente registra 34 mil muertos en lo que va del sexenio.
Propuestas que con toda oportunidad ratificó esta misma semana el ex presidente panista, quien en Estados Unidos, ante la Fundación Cato, llamó a ofrecer una amnistía a los cárteles de la droga.
Tampoco recordó el presidente Calderón las debatidas declaraciones que alguna vez hiciera en una conferencia el que fuera gobernador interino de Nuevo León, Fernando Elizondo Barragán, en las que decía que la mejor forma de impedir la violencia propiciada por el crimen organizado era no meterse con él.
Nada dijo el mandatario mexicano sobre las también controvertidas afirmaciones de Mauricio Fernández, el alcalde de San Pedro Garza García, Nuevo León, cuyas declaraciones grabadas en un evento de campaña dejaron en claro que había algunos acuerdos con el clan de los Beltrán Leyva.
Por eso las declaraciones presidenciales de 2011 se asemejan a las que hiciera seis años atrás Vicente Fox. Era 2005 cuando se dijo que el villano de la película no era el PRI, sino el PRD. Y más concretamente, Andrés Manuel López Obrador.
Fueron los tiempos del llamado “compló”, como se le llamó a la campaña de desprestigio montada contra el entonces candidato perredista y jefe de Gobierno del Distrito Federal, puntero en todas las encuestas electorales rumbo a la carrera presidencial de 2006.
Y si entonces se decía que el “compló” sólo existía en la cabeza de Andrés Manuel López Obrador, hoy aparecen elementos suficientes para testimoniar que esa campaña vino desde adentro del gobierno federal.
Y que se utilizaron voces presumiblemente autónomas para sembrar en círculos diplomáticos internacionales temor sobre lo que el perredista podría significar en la Presidencia.
Los hechos están consignados en cables de la Embajada de Estados Unidos en México que fueron dados a conocer a través del sitio WikiLeaks.
En esos comunicados diplomáticos, se deja en claro que un consejero del IFE, el organismo imparcial para calificar la elección, compareció dos semanas antes de los comicios presidenciales para alertar a los estadounidenses del peligro que significaba Andrés Manuel López Obrador.
Más aún, que con excepcionales dotes premonitorias, les pronosticó que los resultados se mantendrían retenidos la noche de la elección.
Cuatro meses antes, en febrero de 2006, un vicegobernador del Banco de México también habló con los diplomáticos norteamericanos. Les advirtió de las calamidades económicas que podrían caer sobre México si ganaba la Presidencia quien era considerado un émulo de Hugo Chávez.
Y en plena efervescencia del relevo presidencial, seis días después de la atropellada protesta de Felipe Calderón como presidente constitucional, Cuauhtémoc Cárdenas también rindió parte ante los diplomáticos de Estados Unidos de los peligros que entrañaba su correligionario perredista.
Asomémonos a la investigación de Anabel Hernández y al análisis de Félix Arredondo para conocer las similitudes entre lo que sucedió en 2005 y lo que pasa hoy, cuando faltan menos de nueve meses para la elección presidencial de 2012.