Apodado “el bronco”: Jaime Rodríguez Calderón, el ya desgobernador de Nuevo León ha incurrido en actos de corrupción, ineficacia y nepotismo.
Acepta que 150 familiares son empleados de la administración pública, asegurando que ya laboraban mucho antes de que él obtuviera el cargo como “independiente” en contra del PAN, del PRI y del PRD, en un duro golpe electoral contra el sistema de partidos.
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El asunto es que cuando se esperaba que Rodríguez Calderón fuera ejemplo de anticorrupción y eficiencia en su desempeño, no han faltado información y denuncias contrarias a esto. El procurador del estado, amigo de “el bronco”, resultó una ficha como apostador en Las Vegas, donde fue “fichado”, ya que no pagó a tiempo sus deudas de juego. Su primo: Roberto Rodríguez es alto funcionario en la secretaría de Salud estatal, nombrado ya cuando el desgobernador había tomado posesión. Y su hermana: Narcadelia Rodríguez, labora en la secretaría de Educación.
Ningún cambio hay en Nuevo León respecto a la honradez en el manejo del poder Ejecutivo. Ese “bronco” fue priista, de un PRI semillero hasta de los que militan en el PAN (como Fox), en el PRD y en Morena (como López Obrador). Pero como de los “arrepentidos” será el reino de la política, las disputas electorales se están dando entre los mismos con diferente etiqueta. El nepotismo es corrupción. Pero lo tiene sin cuidado. Administra a Nuevo León, no como manda la Constitución, sino con arreglo al viejo estilo de los desgobernadores; y el Sistema Estatal Anticorrupción que propuso no ha pasado de ser una institución de adorno. Es así que los ciudadanos van de una a otra decepción política, acumulando el descontento y las protestas, pues descuidando sus obligaciones anda asesorando a los “independientes” y viendo cómo se postula a la Presidencia de la República, para sustituir a Peña; suponiéndose tan popular que los ciudadanos le darán su voto para que se domicilie en Los Pinos.
En la disputa de las 12 gubernaturas de este año, hay candidatos independientes postulados para sacarle la vuelta a los partidos. Pero también es plan con maña de los grupos políticos para empujar a quienes no lograron su registro electoral vía esos partidos caídos en el descrédito, porque sus candidatos una vez que toman posesión, convierten en botín el dinero del pueblo a la luz del día, sin que nadie les exija cuentas; ya que senadores y diputados federales comparten esa corrupción. Esos independientes tienen su origen en los movimientos antipolíticos que surgieron en Italia con los postulados en las “Cinco estrellas”, donde los ciudadanos votan no por un gobierno más eficaz sino en contra del gobierno y especialmente de los políticos. “El descontento económico es un factor relevante… extendido como un profundo descontento político ante el enojo del pueblo con gobiernos corruptos, autocomplacientes e incompetentes vinculados tanto con… la derecha como… la izquierda” (Georgie Calhoun: ¿Cuál es la amenaza actual al Capitalismo?). Pero en el 2018 los electores se independizarán en una rebelión social, pues independientes y dependientes son más de lo mismo.
CON INFORMACION DE: CONTRALINEA.COM